La operación no se concretó por la ínfima e irrisoria cantidad -respecto del tamaño de la oferta total- de 3 millones de dólares de diferencia entre las posiciones.
Ahora, el gobierno mexicano, a través de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), que encabeza Juan Molinar Horcasitas, le dará un plazo razonable a Satmex para que presente un plan viable.
De no hacerlo, la SCT optará por una de tres alternativas: 1. La requisa; 2. La recuperación de activos, y 3. La extinción de la concesión.
La requisa sería tal vez la más difícil de ejecutar.
Satmex y sus accionistas podrían demandar al gobierno mexicano, y lo colocaría en una situación de marcada exposición.
La recuperación de activos, podría ser por causas de utilidad pública y seguridad nacional. Y la más violenta para los intereses de la empresa, sería la extinción de la concesión.
Dicen los que observaron de cerca el frustrado proceso de compra-venta que fue prácticamente una comedia de mezquindades.
Hubo mezquindad por parte de la compradora EchoStar, pero también hubo mezquindad por los tenedores de bonos y mezquindad en los accionistas de Satmex.
Los rumores en los corrillos oficiales es que el presupuesto para la compra-venta preveía alrededor de 30 millones de dólares para el pago de abogados, asesores financieros y administración.
El directorio de Satmex -dicen los críticos- exigía entre 3 y 6 millones de dólares. O sea que prácticamente fue un duelo de mezquindades lo que derribó la operación de compra-venta.
El anuncio oficial se hará en breve.
Mexicana mueve la patita
Que Mexicana de Aviación tiene vida después del frustrado aval de Bancomext, para la colocación de 250 millones de dólares; eso es lo que dicen en el equipo de la aerolínea que encabeza Manuel Borja Chico.
Incluso aseguran que están buscando llevar adelante la colocación con la intermediación de Goldman Sachs.
Claro que también están conscientes de que tardará algunas semanas más en concretar la operación y obviamente a un costo más alto.
También hay un reconocimiento en la empresa de que su situación financiera es delicada y que la colocación les permitiría la recalendarización de su deuda.
La colocación le daría un respiro a Mexicana de Aviación y le permitiría salir adelante. Y es que, dicen, el año pasado, en el 2009, toda la industria aérea nacional registró un pésimo año.
Los números negros que logró alcanzar la aerolínea en el 2008, se convirtieron en números rojos en el 2009. Claro que hay que advertir -recordaron- que Mexicana de Aviación fue adquirida por Gastón Azcárraga con capital negativo.
Aseguran los defensores de la empresa que está siendo sometida a un injusto ataque mediático que ha generado una mala percepción de su verdadera situación.
Respecto del presunto callejón sin salida al que están llegando las aerolíneas: Mexicana y Aeroméxico, consideran en la primera, que es un tema que tendrían que resolver los accionistas.
Aunque aseguran que la fusión de dos empresas con problemas financieros no es la solución.
Tal vez un camino más viable es que el gobierno mexicano ayudara a aliviar el peso que tienen ambas compañías por la pesada carga laboral.
Si no lo tuvieran, dicen, serían mucho más competitivas incluso frente a las denominadas compañías de bajo costo, que recibieron subsidios para entrar al mercado y posteriomente han tenido amplias ventajas que contravinieron las condiciones originales ofrecidas a las grandes aerolíneas respecto de la operación exclusiva en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México.
Fuente: El Ecomonista MX