Las Pichanchas a la conquista de nuevos territorios

Tras concluir sus estudios en Administración de Empresas, Don Mario Esquinca Micelli, director general de Las Pichanchas, comienza a laborar en la industria restaurantera en la ciudad de México. En 1975 decide regresar a Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, donde realizo un estudio de mercado y observo que no había restaurantes de comida regional. Así, el 27 de mayo de 1976, Las Pichanchas abrió sus puertas.

Tuxtleco de nacimiento y orgulloso de su tierra, Don Mario aprovecho la riqueza de tradiciones y costumbres, incluyendo su gastronomía tan particular, para su concepto de negocio. "Me encanta la comida chiapaneca, que no es tan conocida como la oaxaqueña, la poblana o la yucateca. Pero además de la gastronomía, están las tradiciones y todo el folclore de esta región. ¿Por qué no combinar todo esto en un solo lugar cuando dije que iba a vender comida regional, mis paisanos me dijeron. ¿Cómo vas a poner un restaurante de comida nuestra? . Sin embargo, los principales clientes son ellos mismo, quienes no dudan en llevar a Las Pichanchas a quienes los visitan de otras localidades", comenta el franquiciante.

Se trata de un lugar donde, además de a sazón chiapaneca, se conjugan la música de marimba en vivo y la presentación del talles folclórico todas las noches. No por nada tienen el eslogan "¡Siéntase chiapaneco!".

Esta fórmula ha funcionado durante 36 años, destacando como uno de los restaurantes más reconocidos del estado. Ha sido un concepto tan bien aceptado, que numerosas embajadas de México han pedido que esta marca participe en la promoción de la entidad en el extranjero, sirviendo la comida chiapaneca en ciudades como Tokio y Buenos Aires. También ha participado en diversos nacionales, como en el Festival Cervantino de 2006, dedicado al estado de Chiapas.

Donde sirvió la cena de inauguración y realizó diversos talleres sobre comida chiapaneca. Incluso, este concepto se ha hecho acreedor al Premio nacional de Mérito Empresarial Restaurantero de Comida Regional que otorga la Cámara Nacional de la Industria Restaurantera y Alimentos Condimentados.

Sin embargo, el concepto comenzó a entrar en un periodo de estancamiento, por lo que era necesario darle un giro al negocio. Así, Don Mario se acerco a una consultora especializada en el desarrollo de franquicias, con la cual comenzó a diseñar la nueva estrategia de expansión bajo este modelo. "La empresa que nos asesora vio el concepto del restaurante y acepto desarrollar el esquema de franquicia, ya que no todos los negocios son susceptibles a este modelo de negocio", afirmad el director general de la franquicia. Actualmente. Las Pichanchas está listo para iniciar su expansión por medio de franquicias, proceso en el cual la consultora se en carga de comercialización de la marca.

El éxito de una franquicia depende en gran medida del perfil del franquiciatario pues la industria restaurante es altamente demandante. Pero en el caso específico de Las Pichanchas el inversionista también tiene que conocer, sentir y vivir las tradiciones mexicanas, y debe ser alguien que atienda el negocio personalmente, al menos durante los primeros meses de operación. De hecho, Don Mario se encarga de mostrarle todos los detalles de la operación, pero también de la tradición chapaneca implícita en la marca.

La cuota inicial de la franquicia es de $350 mil pesos, que incluye el derecho de uso de marca y la trasferencia del know how, mientras que la inversión inicial total varía dependiendo de lo que el franquiciatario ya tenga (terreno para construir o un local). El local debe tener al menos 400 metros cuadrados y se acondiciona con las características de una casa tradicional de Chiapas, con tejas y corredores alrededor de un pario central, donde se llevan a cabo los bailes. "Partiendo de cero, calculamos que se requiere de una inversión aproximada de $4.5 millones de pesos, cuyo retorno de inversión es de 30 meses -afirma el fundador de Las Pichanchas-. El éxito está en tener una visión de servicio y no de dinero. Claro que es negocio, pero si se cambia esa visión y se adopta esta actitud, el dinero llegara como consecuencia de un buen servicio".

La apuesta está en el DF, donde se pretende abrir la primera unidad franquiciada a finales de 2009. Y ante la gran competencia que hay en la capital del país, Don Mario afirma que si se trabaja con calidad, obtendrá la preferencia de la gente.