El lunes en NY un juez concedió el que la línea aérea que dirige Manuel Borja Chico se acogiera a la Ley de Bancarrotas de EU bajo el Capítulo 11 para reorganizar un pasivo que hoy se sabe es de 15 mil 75 millones de pesos, de los cuales 40 por ciento están vencidos.
En las próximas semanas SCT de Juan Molinar deberá designar al visitador y conciliador para que verifiquen la problemática financiera de esta compañía fundada en julio de 1921 y que hoy opera 50 destinos en México, Centro, Sudamérica y Europa con 69 aviones y 6 mil trabajadores.
En el contexto de la fuerte competencia que se ha dado en la aviación, Mexicana no logró salir bien librada.
Pero incluso su rival Aeroméxico que lleva Andrés Conesa, tampoco quedó intocada. En 2009 concluyó el ejercicio con un capital negativo de mil 109 millones de pesos, pasivos por 14 mil millones de pesos y pérdidas por mil millones de pesos.
En ese sentido la eventual adquisición de Mexicana por parte de Aeroméxico, si ese fuera el escenario final de la actual situación, no sería tampoco sencilla, incluso lográndose la reducción del contrato colectivo con ASPA de Fernando Perfecto y ASSA a cargo de Lizette Clavel.
En perspectiva la negociación laboral ni siquiera implica la solución de fondo para Mexicana.
Además en la estrategia los expertos no alcanzan a entender la determinación de suspender la venta de boletos de Mexicana, lo que cortó de tajo la caja, agravando la presión financiera.
Justo la bondad del concurso es que acreedores y proveedores abran una tregua a la empresa afectada en su flujo.
Con la medida adoptada por Mexicana, no es descartable que la incertidumbre de la clientela se pudiera extender incluso a Click y a Link, entidades que se mantienen por separado.
Para el mercado de la aviación, lo que sucede con Mexicana es preocupante, puesto que es la principal aerolínea en el segmento internacional con 65 por ciento del mercado.
La línea aérea ya anunció el ajuste de muchos de sus destinos y es de suponer que habrá una recomposición de rutas.
La mala noticia es que en esa reconformación es probable que las beneficiadas no sean las aerolíneas mexicanas.
Con la degradación de México por parte de la Federal Aviation Administration (FAA) a la categoría 2 en los estándares internacionales de seguridad, las líneas aéreas mexicanas están impedidas de abrir nuevos espacios en las rutas con EU.
A lo más que se puede aspirar es a mantener el actual estatus en el que por lo pronto Mexicana dejará libres rutas que lo más probable es que sean aprovechadas por las estadounidenses, entiéndase Delta que lleva Alberto Porragas, Continental que comanda Carlos Enrique Hernández, y por supuesto también United y American Airlines.
Como sabe, México no cumplió con lo estipulado en los estándares de seguridad fijados por la International Civil Aviation Organization (ICAO) que pertenece a la ONU.
La situación de Mexicana se presenta en el peor momento puesto que su actual circunstancia debía favorecer a las líneas nacionales.
Es más, con ese estándar de segunda, una aerolínea como Volaris que preside Pedro Aspe y por la que recién se pagaron 161.5 millones de dólares por el 50 por ciento, hoy vale menos ante la imposibilidad de expandirse a destinos internacionales, por un tema de negligencia por parte de la DGAC que lleva Héctor González Weeks.
En la categoría 2 de la FAA México acompaña ya a países como Costa de Marfil, Bangladesh, Congo, Gambia, Ghana, Nauru, Nicaragua, Belice, entre otros.
El derrotero de Mexicana es impredecible y el patrimonio de Gastón Azcárraga y sus socios como Ángel Losada está en predicamentos.
Lo más curioso es que hace poco más de una década Gastón Azcárraga como líder de los hoteleros fue uno de los principales oponentes a la fusión entre Aeroméxico y Mexicana vía Cintra.