Consejos para enfrentar la alerta sanitaria en su empresa

- No celebrar reuniones masivas o asambleas y contar con todos los elementos básicos para el cuidado e higiene personal.
- Durante la epidemia debe considerarse un espacio de 10 metros cuadrados por un máximo de cuatro personas.
- Realizar evaluaciones periódicas del estado de salud. Muchas empresas tienen su unidad de medicina pero si no fuese el caso puede asistir al seguro social y otros centros de salud.
- Conocimiento general acerca de la enfermedad; como vías de entrada, mecanismos de transmisión, prevención, sintomas, etc. Para ellos se han repartido cientos de trípticos que usted debe tener disponibles y a la mano en su empresa.
- Garantizar la disponibilidad de contenedores rígidos de basura con bolsa de plástico y tapa en todas las áreas.
- Conservar permanentemente en condiciones de uso e higiénicos los servicios sanitarios, vestidores y casilleros destinados al uso del personal.
- Debe de establecer medidas preventivas, así como del seguimiento de su aplicación.
- Informará, a los trabajadores del lugar, de las normas específicas a adoptar en relación a esta enfermedad.

La Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (COFREPIS) de la Secretaría de Salud informa que la transmisión del nuevo virus de la influenza humana por los sistemas de aire acondicionado es prácticamente nula. Es importante destacar que todo sistema de aire acondicionado tiene especificaciones de limpieza y mantenimiento, por ejemplo lavado del equipo, recambio de filtros, etc. lo cual debe verificarse a través de los registros específicos que permitan el control y evaluación de su buen funcionamiento.

Se recomienda lavar y desinfectar oficinas públicas y privadas, así como escritorios, computadoras, mesas de trabajo, entre otros. Uno de los productos más efectivos para limpiar superficies y áreas es blanqueador de casa, para prepararlo basta con vaciar ocho gotas de cloro en un litro de agua y cerrarlo muy bien. El efecto de esta mezcla sólo dura un mes.

Fuente: El universal