De acuerdo con directivos del mayor conglomerado nacional, que en pocos años disputará con PEMEX el primer puesto en cuanto a tamaño de empresa se refiere, y ya representa por sí sola el 6% del PIB nacional, las empresas de telecomunicaciones de Carlos Slim entendieron que en un mundo donde
convergen las diferentes redes, lo mejor es unificarse para hacerle frente a los gigantes globales del sector.
A nivel mundial, después del triple play, que es ofrecer internet, telefonía fija y televisión de paga, el siguiente paso es el llamado cuádruple play, es decir, incluir telefonía celular en una sola factura y con un solo proveedor para obtener "precios de paquete" y, claro, sacar más recursos al cliente cautivo.
Por ende, la división de América Móvil (telefonía celular), Telmex Internacional (telefonía local fuera de México), y Telecom, teniendo las acciones de control de Telmex, no tenía mucho sentido.
Ahora América Móvil seguramente nos dirá que ya ofrece el cuádruple play, con lo que Cablevisión deberá buscar algún aliado para ofrecer telefonía celular (podría ser Iusacell). No obstante, América Móvil da sus servicios en 18 países a 250 millones de habitantes, lo que trae consigo enormes sinergias y escalas de mercado.
Seguramente entre los siguientes pasos de este gran conglomerado, orgullosamente mexicano, estará, incursionar en la compra de estudios y cadenas de televisión, no sólo en México, sino incluso en EU y Europa, para ofrecer mejores servicios y paquetes a sus suscriptores, en comparación a Televisa y sus actuales sistemas de televisión de paga.
Situación accionaria
El mercado reaccionó a la noticia y castigó a América Móvil pues considera "cara" la compra de las dos empresas , pero con el paso del tiempo reconocerá las sinergias que se logren, así como la reducción de costos, los cuales, cuando se implementen, darán como resultado final una empresa
más sólida y eficiente para competir globalmente.
os quedamos invertidos en un horizonte de 6 a 12 meses. Perspectivas:Las grandes empresas nunca dejan de transformarse para competir, a pesar de saberse y ser líderes de sus mercados.